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Arquitectos: Missio 21 arquitectes
- Área: 104 m²
- Año: 2022
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: Alfareria Soler, Cas Villafranquer, Fco Grimalt, Ladrillerias Mallorquinas, Tejar Bandrís, Teulera Can Benito
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se sitúa en el núcleo antiguo de Portocolom nombrado “Sa Capella”. Se trata de un núcleo residencial construido alrededor de la parroquia de la Mare de Déu del Carme. La trama urbana consiste en calles ortogonales con parcelas alargadas. En este ámbito las edificaciones ubicadas en la primera línea de costa cuentan además con un espacio adyacente a la edificación principal destinado a la guarda de las embarcaciones y útiles para la pesca. Estas construcciones sencillas ejecutadas con bóvedas de marés o de ladrillo y denominadas como “barraques” o “escars” se convierten en el acceso por mar a dichas viviendas estableciendo un entorno y un paisaje auténtico caracterizando el lugar.
El solar se ubica en la plaza Sant Jaume y se caracteriza por un frente de fachada de tan solo 2,85 m ensanchándose posteriormente hasta los 3.20m. La longitud total de la parcela es de 18.00m. Al situarse en una plaza pública y en una zona muy concurrida, se opta por crear un colchón acústico y al mismo tiempo térmico. Ejecutado con muros de carga de marés de 20cm y bóveda de cañón de marés de 8cm de espesor, este volumen se convierte en el “escar” o “barraca” de acceso a la vivienda. Este espacio dota de privacidad a la vivienda creando un espacio de transición interior-exterior, que permite mantener abierta la puerta de acceso aprovechando así la ventilación cruzada que aporta la brisa marina local denominada “embat”.
La integración paisajística en un entorno tan peculiar se consigue utilizando la piedra de marés (piedra local utilizada en la construcción de la iglesia y de muchas otras construcciones locales) como elemento principal de la fachada y con el diseño de la valla de cerramiento similar al de las “barraques” utilizando el color azul que complementa los tonos pastel originales que caracterizan la plaza y algunas de las casas más antiguas del núcleo.
La vivienda se forma a través de niveles alternados entre la zona frontal de la vivienda y la zona posterior, continuando con el mismo juego desarrollado en la planta baja, el cual permite un mejor aprovechamiento de los espacios de cada planta. A la vez este volumen central y dispuesto en vertical nutre de luz a los espacios adyacentes a la escalera y actúa como chimenea térmica de la vivienda.
En la planta baja, a continuación de la zona de acceso se plantea un espacio diáfano donde se ubica la cocina, el comedor y la sala de estar abiertos al patio posterior que permite la ventilación e iluminación de dicho espacio. Entre la zona de entrada y el resto de planta baja se introduce un desnivel que permite adaptarse mejor a la topografía inicial del terreno y minimizar la actuación, así como también disponer de una mayor altura en la zona posterior de la planta baja. La carpintería ubicada al fondo de la construcción y que se abre hacia el patio se realiza mediante cuatro hojas practicables que permiten abrir por completo la fachada posterior de este espacio e incorporar el patio a la vivienda eliminando temporalmente el límite entre el interior y el exterior. Se opta por la utilización de materiales y sistemas constructivos locales y de proximidad. Los materiales utilizados se producen en un vago kilometraje alrededor de la situación de la vivienda, reduciendo así la huella de carbono. Los trabajos han sido realizados por empresas locales y de la misma población.
La estructura se realiza con muros de carga de fábrica de termoarcilla de 14cm de espesor y con forjados unidireccionales de viguetas pretensadas de hormigón suministradas y elaboradas en el mismo municipio. Los entrevigados se realizan con bovedilla cerámica curvada cocida con biomasa. Tanto la vigueta como la bovedilla queda expuesta aportando calidez y sinceridad a la construcción. Se opta por dejar en algunas zonas los muros de carga vistos siendo el mismo material y textura del ladrillo el que viste y caracteriza el espacio. El espacio entre los nuevos muros de carga perimetrales y las medianeras de las construcciones vecinas, se aísla con paneles de algodón reciclado. También se utilizan estos mismos paneles aislantes entre las dos hojas de las fachadas.
Fachadas acabadas por su cara exterior con piedra arenisca de “marés” creando una envolvente con gran masa pero con la menor huella de carbono. Este material se elige por ser uno de los materiales locales industrializados con menos huella de CO₂ y a la vez, por ser el material más característico de la construcción tradicional de la isla. Referente al resto de materiales, se opta por utilizar materiales sin disfraces. Se utilizan varillas corrugadas desudas para la ejecución de barandillas interiores y exteriores, las cuales se convierten en elementos de puro diseño tras un simple ejercicio de geometría y combinación de las mismas.